La adicción en realidad no es
algo nuevo, la diferencia es que antes se trataba como un problema y no como
una enfermedad, hoy existen tratamientos que si bien no curan, controlan y
permiten vivir al adicto con mejor calidad de vida.
En 1930 creían que los adictos a las drogas
y al alcohol tenían una moralidad deficiente y sin fuerza de voluntad. Se
consideraba un problema moral y no de salud. Así, en lugar de diseñar acciones
preventivas y terapéuticas, se optaba por el castigo y se etiquetaba
negativamente a los adictos. Después de importantes descubrimientos se transformó
nuestra comprensión de las adicciones y la imagen del adicto. Una investigadora,
observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas
del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la
cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes,
aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que
realmente necesitaban tratamiento. La adicción se considera hoy una enfermedad
del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el
funcionamiento de ese órgano.
"La adicción es una
enfermedad que progresa por etapas", El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y
aparecen los primeros signos de dependencia. Eres adicto si: consumes la droga
de manera regular, imposibilidad de dejarla, gastar en droga más de lo que se
tiene, extralimitarse para obtener droga (incluso robar) y sentir que se necesita
la droga para funcionar.
Al consumir drogas se alteran algunas
zonas del cerebro como el tallo cerebral, que controla el ritmo cardíaco, la
respiración y el sueño; la corteza cerebral, que procesa la información sensorial y nos permite pensar, planear, resolver problemas y tomar decisiones,
y el sistema límbico, donde se aloja el llamado circuito de recompensa del
cerebro. Dicho sistema motiva al individuo a repetir conductas necesarias para
la supervivencia y la reproducción como alimentarse y tener sexo.
Muchas drogas interfieren con la actividad
de la dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de
placer. "El cerebro pierde la capacidad de sentir
placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las
dosis masivas" de dopamina que se producen al consumir una droga,
y lo hace reduciendo su producción natural, o bien disminuyendo la cantidad de
receptores que captan la señal de este neurotransmisor. Así, cuando falta la
droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de
disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la
depresión, la falta de droga provoca el síndrome de abstinencia, con síntomas
como ansiedad, irritabilidad, náuseas, insomnio, episodios de sudoración,
temblores y psicosis, y puede llevar a la muerte.
Un adicto, aun sabiendo que es una mala
decisión el consumir, lo sigue haciendo pues el consumo crónico deteriora el
autocontrol y la capacidad de tomar decisiones adecuadas.
Existen factores biológicos y ambientales
que propician las adicciones, "Los factores genéticos más o menos explican
40 o 60% del riesgo total. El resto son factores ambientales, sociales,
culturales, dietéticos”. Sin embargo no significa que una persona con
ascendencia adicta deba sufrir ese problema si en su ambiente social no existe
ningún consumidor.
La adolescencia, factor de
riesgo
Es bien sabido que los adolescentes suelen
tomar sus decisiones emocionales y no juiciosas, así que es más probable que
abusen de las sustancias. El problema está en que el cerebro se sigue
desarrollando y es muy vulnerable así que tiene consecuencias mucho más graves
que en un adulto. Por esto debemos trabajar en conjunto para que ningún
adolescente caiga en este problema.
Problemas mentales y
vulnerabilidad
Es común, para ser precisos un 60% de las
personas con adicciones, también cuentan con un problema mental, y esto a raíz
de, por ejemplo un niño con ansiedad, que de adolescente conoce el alcohol o
algún otro vicio que le reduce ansiedad, confundirá ese efecto con la solución
de sus problemas y será mayor el riesgo de que desarrolle dependencia. Ya
adulto seguirá teniendo el problema de la ansiedad y además una adicción. Es
importante identificar lo más pronto posible a la gente que padece enfermedades
psiquiátricas o, en general, que es más vulnerable a caer en adicciones.
Consecuencias
Los efectos
sobre la salud pueden ir de enfermedades cardiovasculares, enfisema o cáncer,
al desarrollo de trastornos mentales irreversibles. En el ambiente social, se
es exiliado, señalado y finalmente abandonado, también por afectar su sistema
nervioso, el de toma de decisiones y autocontrol puede caer en la violencia,
hacerse daño a él o a sus cercanos, finalmente puede terminar con su propia
vida al entrar en depresión. “Las
drogas también son un problema social con muchas facetas porque tener un adicto
en la familia la modifica, afecta su calidad de vida y tiene un impacto
emocional, económico y social".
Solución: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y
tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los
factores negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza
extrema, la mala nutrición, la falta de ejercicio, así como un ambiente que no
sea confiable para los chicos y, desde luego, un entorno de violencia.
"Deben evitarse esas actividades desafiantes, o de franca
delincuencia", pues son factores de muy alto riesgo. "Todo lo que
promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de
abuso de sustancias".
1.
¿Por qué has elegido este tema?
En este momento en mi comunidad se está
viviendo muy de cerca la violencia y la adicción en personas muy jóvenes,
tristemente eh notado que los aíslan, los alejan, les da vergüenza o
simplemente prefieren no tomar parte del problema. Y en vez de solucionar
agrandan más la “enfermedad”. Me intereso este tema porque deseo saber más
acerca de cómo manejar el medio ambiente de un adicto, y como nosotros como
comunidad podemos ayudar a mejorar.
2.
¿ De dónde partiste para empezar a escribir?
Partí de la necesidad que tenemos de
conocer la realidad de una adicción, de no verla como una situación de moral,
si no como una enfermedad que se puede controlar, pero necesitamos estar
informados.
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